Situación de las mujeres atendidas en las entidades federadas ante el confinamiento

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En mayo de este año, nuestra Comisión de Igualdad realizó un sondeo entre las entidades federadas para conocer la situación y realidad de las mujeres usuarias de sus distintos servicios, atendiendo al contexto de crisis sanitaria, social y económica sobrevenida en marzo de 2020 por la propagación a nivel mundial del coronavirus. Además, este sondeo también pretendía detectar las necesidades de las entidades en su trabajo diario con dichas mujeres.

Se recogieron 26 respuestas de 19 entidades:
COLECTIVO CEPA (Cádiz)
IEMAKAIE (Córdoba)
Fundación Emet-Arco Iris (Córdoba)
ASOCIACIÓN AD-HOC (Granada)
Resurrección (Huelva)
ASPREATO (Huelva)
AOCD (Huelva)
Horizonte Proyecto Hombre Marbella (Málaga)
Alternativa 2 (Málaga)
Rompe Tus Cadenas (Sevilla)
ASPAD (Sevilla)
Poveda (Sevilla)
EL TARAJAL (Sevilla)
Elige la Vida (Sevilla)
Volver a la Vida (Sevilla)
ANTARIS (Sevilla)
ACATIM (Sevilla)
SILDAVIA (Sevilla)
Liberación (Sevilla)

Situación de las mujeres atendidas.

Analizando los datos aportados por las entidades, constatamos lo siguiente:

▪ Se detecta una sobrecarga y aumento en las tareas de cuidados, ya sea a menores, mayores y personas dependientes, debido al cierre de centros indispensables para la conciliación (escuelas, institutos, Unidades de Estancia Diurna, Centros de Día, etc.). Esta situación conlleva grandes dificultades para conciliar el empleo y la familia. Todas tienen en común la sensación de sobrecarga con el aumento de roles a llevar a cabo en casa (madre, profesora, limpiadora, cocinera, etc.).

▪ En otros muchos casos, las mujeres han perdido su empleo o empleos, que en su mayoría pertenecen a la economía sumergida (limpieza de casas, cuidado de personas mayores), y, por tanto, dejando a la persona sin ningún tipo de prestación o ayuda por desempleo. Lo cual ha ocasionado un gran deterioro en la economía familiar. Ante esta situación, las mujeres sienten temor e incertidumbre ante la carencia de empleo en un futuro próximo.

▪ En relación con el punto anterior, muchas de las mujeres han tenido grandes dificultades para afrontar gastos básicos del hogar (alimentación, alquiler, pago de luz y agua, bombona, material escolar, entre otros). Siendo ellas las encargadas, también, de solicitar las ayudas necesarias para cubrir dichos gastos (tarjeta monedero, bono de alimentos, ayudas para alquiler, agua y luz de Servicios Sociales), con la dificultad añadida de unas instituciones desbordadas y de muy difícil acceso.

▪ En el caso de las mujeres que ejercen la prostitución, estas han seguido prestando sus servicios durante el Estado de Alarma y confinamiento. Siendo esto un riesgo, ya sea para su propia salud, como a nivel legal, enfrentándose a posibles sanciones por saltarse las normas establecidas.

▪ Muchas de las mujeres atendidas presentan relaciones conflictivas con sus parejas y familiares. En muchos casos, se detectan casos de violencia de género en los que la mujer se encuentra confinada con su agresor. Son pocos los casos en los que la pareja colabora y apoya en el hogar.

▪ Se detecta un aumento del consumo de sustancias en las mujeres atendidas por las entidades. En la mayoría de los casos, alcohol y benzodiacepinas. Muchos de los recursos y entidades para el apoyo y atención al consumo se encontraban cerrados durante el estado de alarma, lo que ha sido una dificultad añadida para las mujeres, tanto para el inicio de tratamientos, como para la adhesión a los mismos.

▪ En el caso de las mujeres en situación de calle, aquellas que no entraron en ningún dispositivo residencial para el confinamiento, han vivido situaciones de violencia y abuso. Estos hechos no han venido derivados de la situación de confinamiento, sin embargo, han visto cerrar entidades donde poder recibir apoyo y atención.

▪ Finalmente, y como consecuencia de todas circunstancias nombradas, se detecta un deterioro en el plano psicológico y emocional, con un gran aumento de estados de ansiedad.

El sondeo también ha ofrecido resultados sobre las necesidades y demandas que han planteado las propias mujeres a las/os profesionales de las entidades. Curiosamente, ninguna planteaba necesitar ayuda ante episodios de violencia de género:

Escucha activa / hablar 38,50%
Ayuda para necesidades básicas (económica, alimentos, apoyo en cuidados de familiares) 46,15%
Ayuda para realización de gestiones (papeles, ayudas, citas, etc.) 30,80%
Iniciar y/o continuar tratamiento de adicciones 11,50%
Ayuda por situación de Violencia de género 0%

Las entidades en contexto de crisis.

Ante esta situación sobrevenida y sin precedentes, las entidades han tenido que adaptarse y tomar decisiones ágiles y apresuradas. Por lo tanto, son muchas las necesidades y barreras detectadas para desempeñar el trabajo diario de cada entidad. Entre ellas:

▪ Son muchas las entidades que han tenido que cesar el trabajo presencial en sede, para realizar teletrabajo. Muchas expresan la dificultad derivada para realizar un trabajo eficaz con las personas usuarias. En muchos casos, existe una falta de recursos tecnológicos para los/as trabajadores/as. Pero, sobre todo, la mayor dificultad es la falta de este tipo de recursos entre las personas usuarias (teléfono, conexión a internet o habilidades para el uso de los mismos). Por lo tanto, las entidades se han encontrado con muy poca capacidad de maniobra para realizar de manera eficaz su trabajo diario con las personas usuarias.

▪ Las entidades destacan la situación de unos recursos públicos muy saturados (Centros de Atención Primaria y Especializados, Unidades de Trabajo Social, Centros de Tratamiento Ambulatorio, SEPE, SAE, Seguridad Social, entre otros), que ha ocasionado grandes dificultades en la coordinación con los mismos para resolver las demandas de las personas usuarias.

▪ Son muchas las profesionales que refieren una gran preocupación por la situación económica de las entidades ante el panorama de crisis económica que se presenta, ya que esto pudiese influir en las fuentes de financiación en las diversas administraciones.

▪ Falta de material preventivo en las entidades, para hacer frente a la situación sanitaria. Por otro lado, las entidades detectan dificultades en el propio espacio para velar por la seguridad y la prevención de contagios en la intervención diaria.

▪ Toda esta situación, y la incertidumbre que se desprende de la misma, provoca un deterioro en el estado psicológico y emocional de las personas que componen los equipos profesionales de las entidades. Refiriéndose en muchos casos a situaciones de ansiedad, insomnio, etc.

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